En el marco de una audiencia de formalización de la investigación penal, celebrada ayer al mediodía, el juez federal de Garantías N°1 de dicha jurisdicción, Julio Bavio, declaró la competencia del fuero federal para intervenir en la investigación por el secuestro extorsivo de un empresario del transporte, imputó a los cuatro hombres aprehendidos por el hecho y dispuso su prisión preventiva. Asimismo, a instancias del planteo del fiscal a cargo del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Federal de Salta, Ricardo Toranzos, el juez Bavio declaró la legalidad de las detenciones de los acusados, identificados como Héctor Joaquín Rodríguez, Ezequiel Maximiliano Toledo y los hermanos Franco Gerónimo y Héctor Mario Campo.
El juez hizo lugar al planteo del fiscal, quien imputó a los cuatro hombres por el delito de secuestro extorsivo agravado por la condición de la víctima -que tiene más de 70 años- y por la participación de tres o más personas en el hecho. También, a dos de los investigados -Toledo y Héctor Campo- se les imputó el delito de resistencia a la autoridad agravada.
Por otra parte, la fiscalía solicitó la prisión preventiva de los cuatro hombres, por la naturaleza y gravedad del hecho, el riesgo de fuga y el entorpecimiento del proceso penal, y la expectativa de pena desfavorable para los acusados. El juez decidió en ese sentido y resaltó la gravedad del hecho, calificó el caso como “novedoso” en Salta y a su vez “osado” por parte de los acusados, a quienes describió como “peligrosos”.
Asistido por los investigadores Carolina Aráoz, Nicolás Dubois y Pablo Carraro, el fiscal detalló cómo los acusados llevaron adelante el secuestro del empresario transportista. En tal sentido, señaló que la víctima fue captada cuando se dirigía a su trabajo en una camioneta Mercedes Benz, la cual conducía por la ruta 26, en la zona este de la ciudad, de Salta como lo hacía todas las mañanas. A sabiendas de ello, dos de los acusados se vistieron de policías e instalaron un falso control vehicular para interceptar a la víctima. Le taparon el rostro e intentaron desorientarla, tras lo cual la trasladaron a una vivienda del barrio Los Paraísos, donde permaneció cautiva.
Los secuestradores se disfrazaron de policías y captaron a la víctima en un falso control vehicular, cuando se dirigía a su trabajo en una camioneta, conducidendo por la ruta 26, en la zona este de la ciudad.
En relación con el lugar de cautiverio, el fiscal Toranzos señaló que uno de los imputados contactó a la dueña de la vivienda con el fin de alquilarle un cuarto para un familiar, operación que se realizó el pasado 29 de noviembre. Para el representante del Ministerio Público Fiscal, esta acción demostró la logística puesta en marcha por los acusados, quienes actuaron de acuerdo a un plan previamente diagramado y al cual se ajustaron. “En esta casa, los imputados le pidieron al empresario una suma de 50 millones de pesos de rescate, pero la víctima les dijo que era imposible, por lo que bajaron el monto a 5”, explicó.
Pasado el mediodía, los captores obligaron a la víctima a que llamase a su hijo y le pidiera 5 millos de pesos, con la excusa de que los necesitaba para cerrar un negocio que estaba por realizar con personas de Jujuy. Ello resultó extraño para el hijo del empresario, cuyos familiares ya habían comenzado a buscarlo, dado que nunca llegó a su oficina, por lo que alertaron a la policía.
Inicialmente, la investigación recayó en la Procuración General de la provincia de Salta, que designó al fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio para la investigación del caso. Asimismo, se contactó al titular de la Unidad Fiscal Federal Salta, Eduardo Villalba, por tratarse de un delito de competencia federal. Gracias a la labor coordinada de ambos Ministerios Públicos y el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) -puesto a disposición por el procurador general salteño, Pedro García Castiella- se logró dar con los responsables del hecho. Por su parte, el fiscal Toranzos requirió la intervención de las líneas telefónicas y seguimiento satelital, medidas que fueron avaladas por el juez.
Para la resolución del caso fue clave la labor coordinada por el Ministerio Público Fiscal provincial y la Unidad Fiscal Federal de Salta.
El titular del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Federal de Salta, también encaró gestiones ante la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado en la Investigación Criminal (DAJuDeCO), cuyo aporte resultó fundamental para realizar el seguimiento en tiempo real de los sospechosos y establecer su ubicación.
Nuevas comunicaciones entre la víctima y sus familiares permitieron establecer el lugar donde debía entregarse el dinero. Como el empresario le pidió a su hijo que no fuese él a realizar la entrega, se designó para ello a un policía capacitado como mediador.
El rescate
Cuando se desarrollaba el operativo para entregar el dinero, un patrullero de la Policía de Salta -que no participaba en el caso- divisó un automóvil Volkswagen, cuya chapa patente estaba tapada con cinta. Así, detuvo a sus dos ocupantes -Rodríguez y Franco Campo- y los trasladó a la comisaria. Los hombres detenidos se habían instalado para vigilar el intercambio del dinero por el empresario, lo que tampoco se concretó ya que los otros implicados -que circulaban en la camioneta de la víctima-, cambiaron de rumbo ante la presunción de que los seguía la Brigada de Investigaciones.
Gracias al informe de la DAJuDeCO, se pudo ubicar el vehículo, lo que generó una persecución. “En un momento, uno de los vehículos de la policía logró ponerse por delante de la camioneta y un comisario descendió para obligarlos a detenerse, pero los dos secuestradores avanzaron contra el efectivo, quien logró hacerse a un costado para evitar ser arrollado”, señaló el fiscal en su exposición. Finalmente, por una mala maniobra del conductor de la camioneta, los captores chocaron contra una casa, en el barrio Ampliación de Parque la Vega, y se dieron a la fuga. En esas circunstancias, se pudo liberar al empresario, quien se encontraba en el vehículo y resultó ileso.
Posteriormente, los dos prófugos fueron detenidos: Toledo en su vivienda, en la zona sur de la capital salteña, mientras que Héctor Campo se entregó a las autoridades. Asimismo, el fiscal Toranzos requirió una serie de allanamientos, que incluyeron el lugar donde el hombre estuvo cautivo, en los que se secuestraron pruebas de interés para el caso.