El peronista Osvaldo Jaldo quedó en la extraña situación de ser el único gobernador del país que justificó la incautación de fondos de la coparticipación de Chubut que concretó Milei. No sólo no firmó el comunicado de los gobernadores en respaldo de su colega Nacho Torres, sino que hasta lo cruzó públicamente.
El movimiento de Jaldo es gestar una falsa pelea con su antecesor Juan Manzur. La disputa por “La Caja y el Ente de Turismo dos entes autárquicos y dos resortes claves del poder tucumano son solo un pasamanos para mantener vivas las estructuras del cristinismo con Manzur y el macrismo con Jaldo. Expresiones politicas corrompidas por el engaño y la voracidad por las cajas del estado tucumano.
Frente a sus pares los gobernadores, los tucumanos quedaron como traidores a la causa federal, maniobra que habría pergueñado el presidente para confrontar con los patagónicos para mantener a los argentinos entretenidos, frente a la desvastación indisimulable de la economía argentina. El jefe de estado vive un idilio marketinero de pelea en pelea para sostener el 25% de imagen positiva en caída.
