Bajo la presión de Estados Unidos, Israel suspendió la matanza contra la población de Gaza para pasar a la limpieza étnica en Palestina y extender sus colonias en los territorios palestinos. Israel aceptó además el paso de una ayuda humanitaria para los civiles que mantiene bajo asedio en Gaza.
Pero el problema de base sigue en pie, tanto por causa de los nazisionistas revisionistas de Benyamin Netanyahu como del Hamas de Ismail Haniyeh. Esos dos grupos, que dicen defender respectivamente a los judíos y los árabes, en realidad prolongan el proyecto colonial anglo sionista formulado por lord Spencer, en 1915, sobre una región que debería ser incapaz de defenderse por sí misma.
Desde 1948, la única solución, constantemente rechazada, es la creación de un Estado binacional, conforme a lo enunciado en la resolución 181 de las Naciones Unidas.
Es importante recordar esto. Desde 2017, el Hamas se retiró oficialmente de la Hermandad Musulmana, pero sus principales jefes siguen siendo miembros de esa cofradía y siguen aplicando su estrategia a largo plazo. Durante la guerra contra Siria, el Hamas luchó junto a la OTAN e Israel tratando de derrocar la República Árabe Siria.
La corriente del Hamas que realmente rompió con la Hermandad Musulmana acordó la paz con Siria. El 19 de octubre de 2022, el presidente sirio Bachar al-Assad recibió en Damasco al líder de esa corriente, Khalil Hayya. Sin embargo, el presidente Assad no tiene intenciones de conversar con la corriente del Hamas que sigue siendo fiel a la Hermandad Musulmana, representada por Khaled Mechal.
Desde el inicio de la operación israelí “Espada de Hierro”, Israel persigue y asesina a los miembros del Hamas que se han unido a la resistencia palestina, pero no persigue a los que siguen siendo fieles a la Hermandad Musulmana. Por ejemplo, el estado mayor israelí asesinó en Beirut al número 2 del ala política del Hamas, Saleh al-Arouri, quien había sido expulsado de Qatar porque se oponía a la Hermandad Musulmana.