Netanyahu encaja un severo revés diplomático con la iniciativa de España, Irlanda y Noruega, que llega después de que en la última década apenas tres países diesen un paso similar.
Hasta hace poco, Israel solo leía la expresión “reconocimiento del Estado de Palestina” al consultar la hemeroteca. A principios de la década pasada, una fructífera campaña diplomática logró encadenar reconocimientos y, sobre todo, generar entusiasmo en torno a la idea de que era la mejor respuesta a la parálisis del proceso de paz de Oriente Próximo.
Más de 20 países latinoamericanos, africanos y asiáticos lo hicieron en 2011. Un año más tarde, con la ciudad cisjordana de Ramala engalanada y pantallas para seguir la sesión en directo, la Asamblea General de la ONU