En medio de una guerra existencial, el gobierno de Israel se está fracturando bajo conflictos internos y divisiones sin precedentes mientras las luchas de poder amenazan con desmantelar su liderazgo y transformar en una entidad irreparablemente fracturada.
Las movilizaciones contra Netanyahú en Jerusalem y Tel Aviv marcan el final del primer ministro que para evitar su destitución y la cárcel incendia la región.
El régimen fazisionista abrió varios frentes de guerra. Atacó Siria y la base naval “Tartus” de los rusos.
15 barcos israelies fueron derribados por Iran y 50 cohetes libaneses fueron disparados a Israel provocando bajas, heridos y destrucción de infraestructura.
El estado de guerra destruyó la economia de Israel. La fuerza laboral juvenil esta paralizada. El turismo paralizado y los yemenies causaron mucho daño al derribar cargueros de abastecimiento.
La población judía de altos ingresos abandonó Israel. Solo queda población mas pobre.