La Argentina negocia contrarreloj la reestructuración de los vencimientos de la deuda con el FMI. Aquí un breve repaso de lo que se podría hacer para comprender mejor la magnitud de la hipoteca que pesa sobre el país.
Pero no sólo el peso de la deuda sobre el PBI se disparó. También se volvió insostenible. La mayor parte de la deuda emitida durante los 4 años de Cambiemos fue en moneda extranjera. En términos absolutos, entre 2015 y 2019 la deuda de la Argentina aumentó más de 100 mil millones de dólares. Más de 45 mil millones de dólares de esa deuda corresponden al acuerdo alcanzado con el FMI en 2018 y que se destinó casi íntegramente a la fuga de capitales. Ni un dólar de esa deuda quedó en el país.
Tras acordar la reestructuración de la deuda con los acreedores privados de la Argentina, ahora el gobierno de Alberto Fernández negocia contrarreloj con el FMI para reestructurar la fabulosa deuda contraída con el macrismo con ese organismo. El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que llegada a esta instancia queda un solo punto en el que ambas partes no logran ponerse de acuerdo: la velocidad para alcanzar el equilibrio fiscal. Básicamente el FMI reclama un fuerte e inmediato ajuste sobre las cuentas públicas mientras que el gobierno nacional asegura que el equilibrio se logrará más a largo plazo de mano del crecimiento de la economía.
Así la Argentina enfrenta este año vencimientos por más de 19 mil millones de dólares. Mucho más de las reservas netas del Banco Central. Casi mil millones vencen en los próximos días.
Ahora no es sencillo figurarse cuánto son 20 mil millones de dólares. Para eso bien sirve compararlo con hechos concretos, es decir, ver qué se podría hacer con 20 mil millones de dólares o qué debería dejar de hacer la Argentina para poder afrontar el pago de la deuda contraída por Macri.
Al cambio de hoy 20 mil millones de dólares son 2,2 billones de pesos. Es decir más de 2 millones de millones de pesos. Un 2 seguido de 12 ceros.
El PreViaje, el programa destinado a reactivar el turismo, uno de los sectores más golpeados por la pandemia de coronavirus Covid-19 generó en su última edición compras por 100 mil millones de pesos. Es decir que los argentinos invirtieron 100 mil millones de pesos en sus vacaciones incentivados por la devolución del 50% de su gasto y así ayudaron a dinamizar el sector.
Así, el programa, elogiado en todo el mundo por su efecto dinamizador le implicó al Estado una inversión de 50 mil millones de pesos. Es decir que con los 20 mil millones de dólares que sólo este año la Argentina debería pagar al FMI se podrían garantizar los fondos necesarios para sostener el programa PreViaje, a los mismos niveles que los registrados en 2021, por los próximos 44 años.
Se podría además implementar por ejemplo una Renta Básica Universal. Unidad Popular, una de las fuerzas que forman parte del Frente de Todos le propuso al presidente Fernández mantener la Asignación Universal por Hijo (AUH) y establecer un Ingreso Básico Universal para todas las personas adultas entre 18 y 65 años que se encuentren en situación de informalidad y desempleo y a los monotributistas que tienen ingresos inferiores al salario mínimo. El valor de este aporte sería el que establezca la línea de indigencia calculada por el Indec para un adulto mayor, hoy en $10.600.
El último informe del Indec informó que el 40,6% de los argentinos viven bajo la línea de pobreza. Son unas 18 millones de personas. Supongamos que la Renta Básica Universal se destina a cada una de estas personas, sin importar si ya reciben la AUH o algún otro tipo de plan social. Así, con los 20 mil millones de dólares que la Argentina debe pagar al FMI este año se podría pagar una Renta Básica Universal de 10.600 pesos a 18 millones de personas durante 13 meses seguidos y terminar así con la indigencia de un día para el otro y sacar a muchos de la pobreza.
De acuerdo con el Presupuesto 2022 presentado por el gobierno nacional y que no fue aprobado en el Congreso por la negativa del macrismo de dotar de este instrumento clave al Ejecutivo para la gestión, el Estado iba a destinar este año algo más de 732 mil millones de pesos al pago de la AUH.
Es decir que con los 20 mil millones de dólares que se deben pagar al FMI se habría garantizado el pago de la AUH por los próximos 3 años.
Siguiendo también el Presupuesto 2022 se podría haber multiplicado por 11 la inversión en Ciencia y Tecnología prevista para este año, área clave para el desarrollo de la Argentina o bien garantizado el presupuesto para este sector por los próximos 11 años con lo que se le debería pagar este año al FMI.
En el mismo sentido se podría multiplicar por 10 el presupuesto asignado este año para la construcción de viviendas sociales y por 8 la inversión que se hará en la extensión de la red de agua potable y alcantarillado.
Pero quien mejor sintetizó el peso de la deuda tomada por el macrismo fue Guzmán. En febrero de 2021, en una entrevista concedida al periodista Marcelo Bonelli aseguró: “El gobierno anterior acordó un crédito de 55 mil millones de dólares de los cuales se tomaron finalmente 45 mil millones. ¿Para qué se usó esa plata? la mayoría se fugó. Fijate lo que nos pasa, tomamos 45 mil millones de dólares de deuda, se podría haber reconstruido toda la infraestructura del país con 45 mil millones de dólares. No quedó nada”.