En el contexto de la tensión en torno a Ucrania y la difusión de información sin pruebas sobre la supuesta preparación de Rusia para invadir Ucrania, varios políticos occidentales amenazaron con imponer unas sanciones sin precedentes contra Moscú.
Rusia aseguró en repetidas ocasiones que no planea atacar a nadie, pero las nuevas advertencias de restricciones continúan apareciendo.
¿De qué sanciones se trata?
El tema de las sanciones no ha dejado de aparecer en los titulares de medios internacionales durante varios meses.
La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, declaró a finales de diciembre que Rusia se enfrentará a unas sanciones sin precedentes en caso de una invasión a Ucrania. “Tenemos muy claro que Rusia no debe invadir la soberanía de Ucrania, que debemos defender y estamos defendiendo su integridad territorial. Estamos trabajando con nuestros aliados a este respecto y hemos sido muy claros de que estamos dispuestos a imponer sanciones que no han visto antes“, afirmó.
En medio de las declaraciones en este sentido, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo durante una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden, que la introducción de restricciones puede llevar a la ruptura de relaciones entre los dos países y dañaría los lazos entre Rusia y Occidente.
No obstante, esta declaración no detuvo el flujo de las amenazas. La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, señaló a mediados de enero que EE.UU. preparó 18 escenarios de respuesta en el caso de que Ucrania sufra la “invasión rusa”.
No solo EE.UU., sino varios países de la Unión Europea se expresaron sobre la posibilidad de imponer sanciones contra Rusia. El canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó la semana pasada que una agresión militar contra Ucrania “llevará a unas reacciones y sanciones duras”. La secretaria de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Liz Truss, prometió que su país aprobará unas sanciones estrictas contra Rusia tras un eventual ataque.
Desde Occidente no se apresuraron en aclarar qué sanciones quieren imponer. Así, Nuland dijo que Washington no planea revelar el contenido exacto de las posibles restricciones: “Si las ponemos sobre la mesa ahora, entonces Rusia podría comenzar a mitigarlas, y eso no tiene ningún sentido para nosotros”.
Sin embargo, algunas declaraciones permiten entender qué medidas se preparan contra Rusia.
- Sanciones personales
A mediados de enero, un grupo de senadores demócratas de EE.UU. presentó formalmente un proyecto de ley, preparado por el demócrata Robert Menéndez, que contempla una serie de nuevas medidas contra Moscú, que afectarían al presidente ruso, al primer ministro, a los jefes del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Ministerio de Defensa, al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia y otros representantes del liderazgo militar.
Más tarde, Biden no descartó la posibilidad de que Washington introduzca sanciones personales contra Putin.
Respecto a esta perspectiva, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró que las sanciones contra el presidente del país serían un paso equivalente a una ruptura de las relaciones entre ambas naciones.
- Sanciones contra el Nord Stream 2
A pesar de las declaraciones desde Rusia de que el Nord Stream 2 “tiene un gran interés para todos los consumidores europeos” y que es un proyecto puramente comercial, el gasoducto también fue mencionado como blanco de sanciones. Fue incluido en el paquete de medidas de Menéndez.
El senador republicano Ted Cruz también propuso introducir sanciones contra el gasoducto, pero su proyecto no recibió el apoyo en el Senado de EE.UU.
Sobre los planes de impedir el funcionamiento del gasoducto se expresó también Biden. “Si Rusia invade, es decir, si tanques y tropas cruzan de nuevo la frontera con Ucrania, ya no habrá Nord Stream 2“, reiteró la semana pasada, al asegurar que EE.UU. está preparado para cubrir una parte significativa de las necesidades de gas natural de los países europeos si se suspende el suministro de Rusia.
- Sanciones contra el sistema financiero
El proyecto propuesto por Menéndez debe afectar a los principales bancos rusos y prohibir las operaciones con la deuda estatal rusa. La iniciativa propone también sancionar “a los proveedores de servicios especializados de mensajería financiera (por ejemplo, el SWIFT)”.
En el contexto de estos planes, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, dijo que China debe prepararse para sentir el efecto de las sanciones contra Rusia. “Las sanciones que vamos a imponer tendrán, de hecho, un impacto en China porque irán al sistema financiero de Rusia, que, por supuesto, involucra también a la economía china”, declaró.
El senador republicano James Lankford fue más allá y propuso introducir sanciones contra Bielorrusia para que no permita a Rusia “usar su territorio para invadir a Ucrania”, agregando que Washington debe mostrar que estas restricciones “se aplicarán a cualquier país que apoye los intentos de Rusia” para realizar una agresión contra Ucrania.
Rusia está preparada y no va a retroceder
El embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, afirmó la semana pasada que EE.UU. desarrollará unas sanciones en contra de Rusia, y en ese contexto solo queda por saber su tamaño y la fecha de introducción. “Se realiza una competición entre los senadores, congresistas sobre quién está listo para golpear más fuerte a Rusia, proponer unas sanciones que dañarían seriamente la imagen económica y política de nuestro país”, dijo.
Sin embargo, Moscú aseguró no tener miedo a estas medidas.
“De manera que quien genera las tensiones no es Moscú, sino Washington. No vamos a retroceder ni a quedarnos quietos ante las amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos”, advirtió la Embajada rusa en Estados Unidos.
Peskov señaló que el Kremlin “está ciertamente preocupado, porque el comportamiento de las sanciones de EE.UU. es totalmente imprevisible“, agregando que Rusia tiene “planes de cobertura de riesgos para minimizar las consecuencias de esas acciones”.
No hay unanimidad sobre las sanciones
No solo el proyecto de Cruz sobre las sanciones contra el gasoducto Nord Stream 2 no fue aprobado, sino se retrasó también el proceso de discusiones sobre otras sanciones.
Menéndez admitió esta semana que alcanzaron “un punto muerto”, reiterando que están “tratando de trabajar juntos para pensar en un camino hacia adelante”.
Mientras tanto, Bloomberg señaló que se iniciaron las vacaciones de la Cámara de Representantes, por lo que —incluso en caso de que se logre la unanimidad entre los políticos— no se podrá votar sobre el proyecto de sanciones hasta finales de febrero.
Europa tampoco ha hecho realidad sus amenazas.
El canciller alemán, que habló sobre la disposición de recurrir a las restricciones contra Rusia, había instado en enero a EE.UU. y sus aliados en Europa a pensar detenidamente todas las consecuencias que implicaría el paquete de medidas restrictivas, al subrayar que cualquier medida punitiva contra Moscú traerá consigo consecuencias para Berlín, incluidas posibles sanciones relacionadas con el gasoducto Nord Stream 2.
Scholz no se expresó a favor del bloqueo del gasoducto durante la rueda de prensa, en la que Biden habló sobre el tema, y solo subrayó que Berlín y Washington están unidos en un paquete de posibles sanciones contra Moscú.
La ley que debía permitir al Reino Unido introducir restricciones, prometidas por la ministra de Exteriores británica, debía estar aprobada para el 10 de febrero, cosa que no ha ocurrido todavía. Tras reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, Truss indicó que Londres no quiere introducir sanciones, pero las impondrá en caso de una invasión. “No lo queremos, no queremos introducir sanciones, preferiríamos tener buenas relaciones con Rusia“, declaró al portal económico ruso RBK.
Al ser preguntada sobre el daño para Austria, la ministra de Economía del país, Margarete Schramböck, confirmó este domingo que las sanciones serán dolorosas para la nación, al añadir que “una desescalada del lenguaje y también del armamento de guerra” es necesaria.
Además, se reportó que EE.UU. y la UE ya no consideran desconectar a Rusia del sistema interbancario SWIFT y la información al respecto fue confirmada por el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba.
“Occidente no necesita ninguna realidad para imponer sanciones”
En el contexto de la preparación de sanciones contra Rusia en caso de una invasión al país vecino, desde Moscú sostienen que Occidente ya no necesita ningún motivo real para recurrir a las restricciones.
De esta manera, el vicecanciller ruso, Alexánder Pankin, dijo a RIA Novosti que, si no hay razones para sancionar a Rusia, estas “serán encontradas, o más exactamente, inventadas”.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, a su vez, opinó que “Occidente no necesita ninguna realidad para introducir sanciones, solo necesita una tapadera mediática y política. Ahora vemos su carácter masivo, vemos una amenaza de sanciones”, dijo la vocera.
Hizo hincapié en que Rusia vive ya durante 10 años en “la fase de sanciones activas, antes hubo sanciones implícitamente ocultas en la forma de listas, amenazas” y otras.
Cabe recordar que, en otra ola de sanciones antirrusas, las autoridades de EE.UU. cerraron en septiembre del 2017 el Consulado de Rusia en San Francisco, así como la Oficina Comercial en Washington y su división Nueva York. Las primeras dos instalaciones eran propiedad estatal rusa y tenían inmunidad diplomática. En marzo del 2018, Washington cerró también el Consulado de Rusia en Seattle y la residencia del cónsul general. Rusia tachó estas acciones de un acto agresivo y solicitó que Washington devuelva la propiedad estatal. Para ello se dirigió en el 2018 a la ONU con dicha exigencia, pero todavía no ha tenido éxito.
Comentando la tensión en torno a Ucrania, la exmiembro de la Cámara de Representantes de EE.UU., Tulsi Gabbard, afirmó que Biden “quiere que Rusia invada Ucrania“. Según manifestó la demócrata, en primer lugar, un conflicto “daría a la administración Biden una clara excusa para imponer sanciones draconianas, que son un asedio moderno contra Rusia y el pueblo ruso”. “Y, en segundo lugar, consolida esta Guerra Fría. El complejo militar-industrial es el que se beneficia de esto”, continuó.
Señaló que el complejo militar-industrial está controlado “claramente” por la administración Biden y “los belicistas de ambos bandos en Washington han avivado estas tensiones”. “Si consiguen que Rusia invada Ucrania, entonces, una vez más, se encierra en esta nueva Guerra Fría”, explicó.
En opinión de algunos expertos, EE.UU. usa amenazas de sanciones como una herramienta de manipulación. Así, Nikita Daniuk, director adjunto del Instituto de Estudios Estratégicos y Pronósticos de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos y miembro de la Cámara Social de la Federación Rusa, declaró a RT que Rusia no planea invadir a ningún país y EE.UU., tras la amenaza de sanciones, puede presentarlo como “una victoria diplomática”: “Les hemos amenazado con sanciones si invaden, no han invadido, porque les hemos amenazado”. A su juicio, se trata de “un intento claro de manipular a la opinión pública”.
¿Cuán dolorosas serán las sanciones para Rusia?
Desde el Kremlin afirmaron que están preparados para las sanciones, mientras que expertos de otros países dicen que estas medidas no tendrán un efecto devastador para la economía rusa.
Tony Brenton, exembajador del Reino Unido en Rusia, afirmó a mediados de enero a la CNBC que “las sanciones no funcionarán en Rusia”, sino harán que el país se ponga más “obstinado”, como Occidente. Todos “estarán un poco más cerca de una confrontación de seguridad, de hecho muy peligrosa”, pronosticó.
Mientras tanto, el columnista Gordon Chang escribió en un artículo para The Hill que la cooperación de Rusia con China puede ayudarle a superar las consecuencias de las posibles sanciones, recordando que Putin anunció nuevos acuerdos de ventas de gas y petróleo a Pekín. El autor citó a Jonathan Ward, quien escribió el libro ‘China’s Vision of Victory’ (‘La visión china de victoria’) y declaró que “la relación Rusia-China “ha estado floreciendo en una amplia gama de frentes […] y debemos esperar que Pekín quiera lanzar un salvavidas a sus socios en el Kremlin“.
Los corresponsales diplomáticos Michael Crowley y Edward Wong, declararon en un artículo para The New York Times que las sanciones pueden causar “una inflación grave, un desplome del mercado de valores y otras formas de pánico financiero”. Las medidas pueden enturbiar “las principales economías, particularmente aquellas en Europa, e incluso amenazar a la estabilidad del sistema financiero global“, reza la publicación, refiriéndose a la opinión de analistas.
Daniuk indicó que las sanciones de Occidente pueden provocar que Rusia fortalezca su cooperación con China, mientras que puso en duda que Europa quiera romper relaciones con Moscú y perder de esta manera un socio comercial. En su opinión, una buena respuesta a las restricciones de EE.UU. por parte de Rusia sería el paso a las transacciones en monedas nacionales o en euros.