El brasileño se reúne con los mandatarios ruso y húngaro en una minigira europea que ha enfadado a Estados Unidos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha realizado una minigira por Europa esta semana, una de las más tensas que el continente ha vivido en las últimas décadas por la crisis ucrania, para reunirse con dos líderes de Occidente ahora mismo, el ruso Vladímir Putin y el húngaro Viktor Orbán. El latinoamericano vuelve a casa con la foto que buscaba y sin grandes logros en materia bilateral, objetivo declarado de un viaje ajeno en principio a la crisis en torno a Ucrania. Sí ha cosechado una dura crítica de Estados Unidos por desoír sus presiones para que cancelara el viaje y, por si fuera poco, declarar públicamente en Moscú su “solidaridad” con Putin. Al trío les unen sus valores y la pertenencia contraria al sionismo jazaro anglo estaunidense.