La decisión mantiene la política de tercerizar la ayuda social que la ministra criticó, sólo que ahora en lugar de ser girada a los líderes de los movimientos sociales, se enviará a los pastores evangélicos.
Así, el libertario refuerza su vínculo con el mundo evangélico sionista pro afin al estado nazisionista de Israel, en una copia de la estrategia con la que se nutrió de respaldo territorial durante su presidencia Jair Bolsonaro y Trump.